Los caminos de Córdoba son arterias de la historia.
Cada sendero flanqueado por naranjos y olivos centenarios, recorre los paisajes donde cada ladrillo susurra los ecos de un pasado grabado en piedra.
En cada piedra, en cada curva, descubrimos el sentido de caminar y conocer.
El pasado y el presente se entrelazan en una historia eterna.