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Tras los pasos de Robert Capa

Tras los pasos de Robert Capa en un pueblecito cordobés: bienvenidos a Espejo

Viajamos hasta el pueblo cordobés donde se tomó la famosa fotografía ‘Muerte de un Miliciano’.
Espejo

Muerte de un Miliciano está considerada la madre del fotoperiodismo actual.Alamy

El arqueólogo y escritor Fernando Penco es una de las personas que más puede aportar sobre Robert Capa y su paso por la localidad cordobesa de Espejo, donde fue tomada la mítica foto

Son muchos los que le atribuyen a este investigador cordobés este descubrimiento. Y es que durante años se pensó que la foto había sido tomada en el Cerro Muriano, un paraje cerca de la capital de la provincia. Pero además, Penco sigue investigando quiénes eran los que aparecían en aquellos carretes y sus descubrimientos, tal vez, serán material de un nuevo libro.

Muerte de un Miliciano

La famosa instantánea dentro de la exposición de la Guerra Civil española del Museo Imperial de la Guerra en Londres

 Getty Images

Muerte de un Miliciano está considerada la madre del fotoperiodismo actual y una de las fotos de guerra más importantes del siglo XX. Las últimas investigaciones sitúan el disparo en esta localidad cordobesa, en el paraje conocido como la Loma de las Dehesillas, donde desde hace unos años se han propuesto sacar provecho viajero al asunto.

Estamos a poco más de 36 kilómetros de la capital cordobesa, así que una escapada a Espejo es más que recomendable para los amantes de la fotografía y de los mitos.

Espejo es blanco, luminoso y está cargado de historia con sus poco más de tres mil habitantes. Nada más poner un pie aquí y cuanto más ahondamos sobre dónde fue tomada la famosa fotografía, más incógnitas parecen asaltarnos.

Para empezar Robert Capa no era una sola persona, como muchos creen, sino que fue la firma con la que vendían sus fotos Endre Ernő Friedmann y Gerta Pohorylle, fotorreporteros y pareja sentimental.

Ella nació en Stuttgart, Alemania, el 1 de agosto de 1910 y él el 22 de octubre de 1913 en Budapest, Hungría. Ambos metían los negativos en el mismo sobre y lo cerraban con el nombre de Robert Capa para enviarlos a la Agencia Magnum.

Hay quien afirma que la foto fue hecha por él. Otros dicen que fue ella quien la hizo. Nadie lo sabe a ciencia cierta. Tampoco qué tipo de cámara se usó.

Espejo

Espejo, el pueblo cordobés donde se tomó la fotografía Muerte de un Miliciano Alamy

En un primer momento se concluyó que fue una cámara Leica. Pero las últimas pesquisas realizadas por el señor Eijiro Yoshioka, del Museo Fuji, en Japón –y amigo del hermano de Endre–, parecen ratificar que fue disparada por una Reflex Corelle ya que el formato es cuadrado y no rectangular como en la Leica.

Esto podría suponer que fue Gerta quien la hizo, ya que es con la cámara con la que ella solía trabajar, pero esta cuestión se suma a los muchos enigmas que envuelven la foto. ¿Quién podría confirmar quién pulsó la máquina en ese momento?

Debido a la crudeza de la imagen y, lo que esta representaría durante años, durante un largo periodo se creyó que era una instantánea tomada en plena acción bélica, pero muchos estudiosos, como el académico Fernando Penco Valenzuela, basándose tanto en el encuadre, como en el resto de fotos del carrete, llegaron a la conclusión que fue “un fotomontaje”.

Fotomontaje o no, la realidad es que el nombre de Robert Capa está unido a la historia del foto periodismo, a la Guerra Civil española y a la localidad cordobesa de Espejo, aunque una vez allí las preguntas se multiplican.

¿Quién era el miliciano? ¿fue tomada realmente en la Loma de las Dehesillas? ¿qué día fue tomada exactamente?…

Espejo

El paisaje que rodea a Espejo

 Alamy

LUGAR DE PEREGRINACIÓN PARA LOS AMANTES DE LA FOTOGRAFÍA

Espejo está asentado a casi 420 metros sobre el nivel del mar en su punto más alto, lo que desde sus orígenes lo ha situado como un emplazamiento estratégico y codiciado por todas las culturas que han pasado por su historia.

Cuando llegamos, la estampa que ofrece es como la de muchos pueblos andaluces: un conjunto de casitas blancas sobre un loma. Nos dirigimos al ayuntamiento, donde Rubén Bello, Técnico de Cultura, nos da las indicaciones de dónde está el famoso paraje de la fotografía.

Desde 2014, en la Loma de las Dehesillas, entre un mar de olivares, se ubicó una señalización en la que aparece la famosa fotografía. De hecho, iban a construir una estatua representativa en honor a Robert Capa en el pueblo, pero aún no ha podido acometer el proyecto.

Hasta la Loma de las Dehesillas se puede llegar dando un paseo de unos 25 minutos cuesta abajo desde el ayuntamiento (aquí todo son cuestas) . Y mientras caminamos hacia nuestro objetivo, vamos preguntando a los paisanos si saben quién fue Robert Capa. La realidad es que aquí la Guerra Civil aún está en el recuerdo (más bien en las pesadillas) de algunos de sus habitantes.

Lo que sí se ha conseguido desarrollar en Espejo es una Bienal dedicada a Robert Capa que tendrá su próxima edición en 2020, y que también orbita en torno a este paraje representativo de la Guerra Civil Española.

Cada vez son más los amantes de la fotografía que se congregan allí, en aquel olivar que, aunque es propiedad privada, se ha convertido ya en todo un símbolo.

Espejo

Espejo desde las alturas Alamy

SUBIENDO Y BAJANDO CUESTAS

Ya que estamos en Espejo, no hay que perderse su castillo ducal. Su construcción comenzó a finales del siglo XIII, y desde entonces se le conoce como Torres de Pay Arias, aunque de aquellas primigenias torres apenas queda nada.

Abierto al público, desde sus afilados muros se aprecia una panorámica de la campiña cordobesa imprescindible. Imaginar que este fue uno de los escenarios de la Guerra Civil, no hace tanto, hoy nos parece increíble. La calma reina en estos parajes.

Cerca del castillo, la Iglesia de San Bartolomé, de 1483, es otra curiosa visita en la parte más alta del pueblo. Y ya, una vez cubierto el expediente viajero-cultural, es la hora de tomar un tentempié y tomarle el pulso a la vida cotidiana.

Si aún no has desayunado o te apetece volver a hacerlo, una buena tostada de pan de pueblo con aceite de oliva virgen es la opción más acertada. Pero si ya se te ha pasado la hora del desayuno entonces toca tomarse un vinito de Montilla-Moriles acompañado de un buen embutido espejeño (el chorizo es la estrella) en cualquiera de los bares de la localidad.

Espejo

Las tranquilas calles de Espejo Alamy

Si se te echa encima la hora del almuerzo, Rubén Bello nos recomienda unos “pies y cuajá” cuyo ingrediente principal son las manitas de cerdo. O también la lengua de cerdo que preparada de diversas formas es uno de los platos más exquisitos.

Para poner la nota dulce, las tortitas espejeñas o “los bichitos”, rosquitos cubiertos de azúcar, te darán energía para subir y bajar las cuestas durante toda la tarde disfrutando del atardecer sobre la campiña.

Porque aquí, en cualquier rincón, en cualquier quiebro, se ofrecen unas vistas para detenerse y tomar el clásico selfie (y de paso un rosquito) , o te llega un aroma a puchero de las vecinas que te hace sentir como en casa.

Noticia de : https://www.traveler.es/experiencias